331 Me engaño
Mis ojos observan, lo que mi mente lleva.
El cansancio es mayor que mis fuerzas.
Un abrazo ausente que no llega.
Evoco imágenes falsas.
Mentira o verdad, confunden mi espíritu.
Esencia indomable que se niega y rebela.
Disputa mental que mina mis fuerzas.
Pesada carga llevada por dentro.
Tregua para mi espíritu encuentro, en el silencio.
Sin piedad la soledad compañera, que castiga.
Soledad, arma de doble filo compañera y confidente.
Desamparado, como niño sin rumbo.
Desierto que me das luz, para encontrar el camino.
Oídos atentos, para muchos tengo.
Llevo, disertaciones sin atender.
Discursos que viajan, en una suave brisa.
Verdades, que el tiempo no opaca.
Tiempo inclemente, que impide olvidar.
Ilusiones que por dentro llevo.
Atento a una luz, que disipa dudas y temores.
Del más humilde socorro recibo.
En el Señor descanso he de encontrar.
Una luz me guía por camino seguro.
El Creador nos habla y da la paz que necesitamos.
Por prof. Luis Horacio Cerdas Mora.
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