Ser tan fuerte que nada pueda turbar la paz de tu mente.
Hablar a todos de salud, felicidad y prosperidad.
Hacer que los demás sientan que hay algo bueno en ellos.
Mirar siempre el lado luminoso de las cosas.
Hacer que tu optimismo se realice.
Pensar sólo en lo mejor y esperar sólo lo mejor.
Ser tan entusiasta del éxito de tu amigo como del tuyo propio.
Olvidar los errores del pasado.
Luchar por las grandes consecuencias del futuro.
Sonreír siempre, y que tu sonrisa sea para todos.
Ser suficientemente tolerante, firme y generoso
para combatir la pesadumbre, la pasión y el miedo.
Y suficientemente feliz para no permitir la presencia de la inquietud...
Enrique Chaij
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