En su época de más esplendor, Venecia era una de las
ciudades más pobladas de Europa. Hoy en día sólo queda un tercio
de la cantidad de residentes que había después de la
Segunda Guerra Mundial.
La ciudad, se quejan los manifestantes, está en riesgo de convertirse en
un parque temático hueco para divertir a los turistas que amontonan en sus
canales y plazas.
En el pasado, cuando la población disminuía de repente se debía
a la peste bubónica.
Hoy en día, los venecianos se quejan de otra plaga: el turismo.
Pero hay quienes citan al novelista francés Víctor Hugo:
Hay dos cosas en un edificio histórico:
su uso y su belleza. Su uso pertenece al dueño;
su belleza, a todo el mundo"
Víctor Hugo
Lo que Víctor Hugo estaba argumentado era que ser
dueño de una casa antigua no te daba el derecho de tumbarla,
pero sus palabras sirven hoy para defender el derecho humano
universal de visitar Venecia.
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