DIJO UNA SEMILLA.... ¡¡¡IMITAME!!!
Húndete bajo tierra, no esperes aplausos.
Trabaja en el silencio y, como yo lo hago, cubre los campos con
plantas, flores y frutos."
Dijo el sol:
"Sonríe, déjate ver, ilumina, da calor, sólo así, como yo lo hago,
cubrirás tu vida y los campos con plantas, flores y frutos. Imítame."
Dijo la nube:
"Deja caer la lluvia, fecunda los campos y haz que la Tierra se cubra
de plantas, flores y frutos. Imítame."
Dijo un gorrioncillo que lo anterior oía:
"Húndete como la semilla, sonríe como el sol, suda como la nube...
De esas tres entregas unidas, surgen las plantas, las flores y los frutos
que embellecen el ambiente y dan pan a los seres vivientes.
NOSOTROS es la palabra clave, el yo es odioso."
Y agregó el gorrioncillo:
"Sé como Dios. El está en todas partes -en la semilla que se hunde,
en el sol que sonríe, en la nube que llora- sin embargo, es invisible."
Al oir al gorrioncillo, la semilla, el sol y la nube se unieron y
empezaron a cantar:
"Señor, soberano nuestro, tu nombre domina toda la tierra."
Y dieron gracias a Dios por haberles dado hijos tan bellos como son
las plantas, las flores y los frutos.
El sol, padre orgulloso, al ver la madurez de los trigales dijo:
"Estas espigas son la imagen viva de su progenitor"
y volvió a sonreir |