Ahora quiero expresar todo lo que me entristece
mientras mi alma languidece en esta profunda sima
pero el dolor pronto termina
y llega el alivio, me parece.
Y también quiero expresar toda la alegría que llevo
pues miro al pasado y veo mucho tiempo desperdiciado
pero lo pasado pisado
y estoy contento de nuevo.
Y me entristece el pensar que estaré viviendo un sueño,
y viviendo de recuerdos prefiero no recordar.
Un sueño en vida muy largo
del que no saldré jamás.
Y me alegra el entender que aunque sea un trago amargo
yo sé que debo tragarlo, y la paz siempre prevalece
cuando la vida anochece
y el futuro se hace largo.
Pues nada es color de rosa, y donde la belleza termina
aparecen también espinas y el dolor de ellas se aguanta
aunque haya veces que sangra
pero luego se cura y sana...
Teniendo mucha esperanza y confiando en el mañana,
aprendiendo a amar, cultivando la humildad,
perdonando de verdad,
devolviendo bien por mal.
Aprendiendo a compartir, practicando el ayudar,
y me alegra el recibir, pero más me alegra el dar.
Y el aprender me consuela:
la vida es como una escuela.
Entre estas cuatro paredes sigo aprendiendo la lección,
tengo hoy la bendición de despertarme de nuevo,
y aunque yo no vea el cielo
puedo ver mi corazón.
(De la red)