Si te dijera que mis pies
siempre te buscan en los
rincones mas apartados de mi estancia,
que tu nicho inmaculado es el
espacio más sagrado en mi memoria,
que dibujo corazones en el viento
y desgrano las letras de tu nombre
queriendo saber a cual de ellas pertenezco ...
¿Me amarías más?
Si te dijera que en virtud de lo que siento
deshumanizo tu ser,
lo vuelvo lento
y te convierto en ángel,
que me enervo al pensarte
coaccionado por mis sueños,
que me amarro al mundo
donde impera tu recuerdo...
¿Acaso me amarías más?
Si te dijera que mi llanto
ha crecido con el tiempo,
que por ósmosis canto a tus auroras
y tu presencia de distancias
vuelven un nudo mis reflejos,
que tu pelo me convierte
en un manojo en el desierto
y mi mente se aniquila
por posar sus manos en tu cuerpo ...
Seguro me amarías más.
Y si te dijera que de tu voz
solo me está quedando el silencio...
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