La mejor forma de no pensar inutilmente sobre los demás es darles buenos deseos.
Cuando alguien venga a mi mente, lo mejor que puedo hacer es desearle el bien.
Eso es natural en el ser humano y fortalece mi mente.
Al tener pensamientos negativos o inútiles sobre otras personas, la mente se debilita, mientras que se fortalece cuando envío amor y paz a esa persona,
perdonándola desde el fondo de mi corazón y deseando que su vida sea la mejor posible.
Y esta fortaleza de la mente me va a ayudar a que mi propia vida sea mejor.
|