Efímeros recuerdos Cierras los ojos y despierta el antes
que tan atrás quedó; se abre un concierto
de violines sonámbulos, desierto
de músicos, oyentes y cantantes.
Se escuchan voces, pero no hay semblantes,
vacío llega el bergantín al puerto,
huellas sin pies van por el campo abierto,
y no hay vida gozada, sólo instantes.
Fuera, brisa y albor, nubes, rumores,
dentro, besos marchitos y temblores,
efímeros recuerdos, tan ligeros.
Todo desvanecido, sólo queda
una imprecisa sensación que rueda
como polvo en anónimos senderos.
Francisco Alvarez Hidalgo