Cuando me aproximé, la puerta se abrió
y cuando me di cuenta ya había entrado.
Vi un grupo de ángeles por todos lados,
uno me dio una cesta y dijo: Hija mía,
compra todo lo que quieras,
en la tienda hay todo lo que necesitas...
Lo primero que agarré
fue PACIENCIA y luego AMOR,
estaban en el mismo estante.
Más adelante estaba la COMPRENSIÓN
y también la compré, pensé que
la necesitarías donde quiera que fueses.
Compré además 2 cajas de SABIDURÍA
y 2 bolsas de FE, no pude dejar al lado
el ESPÍRITU SANTO pues estaba
en todo lugar... Me estuve un poco
para comprar FUERZA Y CORAJE,
pues te ayudarían mucho. Cuando ya tenía
casi llena la cesta, recordé que hacía falta
un poco de GRACIA y BENDICIÓN
y que no me debía de olvidar
de la SALVACIÓN, ¡ésta la ofrecían gratis!
Entonces tomé una buena porción
de cada una, suficiente para salvarme
y salvarte a ti. Caminé hacia el cajero
para pagar la cuenta,ya tenia todo
para hacer la voluntad de DIOS, cuando iba
llegando a la caja, vi la ORACIÓN,
y la agregué a mi canasta ya repleta,
sabía que cuando saliera la iba a usar.
La PAZ y la FELICIDAD estaban
en unos estantes pequeños,
aproveché para cargarlas. La ALEGRÍA
colgaba del techo, agarré un paquete para mi
y añadí un poco para ti. Llegué al cajero
y pregunté,¿cuánto le debo? El sonrió
y me contestó: Hija mía no te preocupes,
no debes nada ¡JESÚS ya pagó por ti !
Por éso estoy feliz de traerte tus regalos.
¡ Lleva tu cesta donde quiera que vayas !