Crecimos en una cultura en la que se nos condicionó para vernos a nosotros mismos
como seres pequeños y limitados, destinados sólo a comer, dormir y trabajar… sin otro sentido más,
en nuestras vidas, que buscar algún atisbo de felicidad en la adquisición
de cosas externas (prestigio, reconocimiento y bienes materiales, básicamente).
Se nos ...enseñó que la iluminación y plena realización espiritual eran cosas “raras”
destinadas a gurús y seres “elegidos” que tenían algún tipo de conexión especial con lo divino.
Para el resto de los mortales no nos quedaba más que esperar una vida relativamente tranquila,
disfrutando de nuestros bienes materiales y
esperando que nada desestabilice la fuente de nuestra esquiva y efímera felicidad.
Se nos enseñó a ver a la plenitud interna y a la dicha absoluta como cosas utópicas e inalcanzables y
que el sufrimiento es un lastre del que no podemos despegarnos,
por el sólo hecho de ser “pequeños y limitados”
personajes que tratan de sobrevivir en este cruel mundo.
Siempre temerosos, mirando hacia AFUERA y
buscando infructuosamente “algo” que termine con todas las búsquedas.
Ha llegado el tiempo de que despertemos de esta ilusión y que recordemos que,
más allá de nuestras creencias limitantes, somos inmensos!
Es hora de que dejemos de buscar afuera y
vayamos hacia nuestro interior, para que,
desde nuestro silencio experimentemos como ese infinito Amor
nos hace sentir naturalmente dichosos y
en armónica sintonía con todo lo que nos rodea.
En lo profundo de nuestro corazón se encuentran todas las respuestas y
nuestra única fuente de equilibrio, paz, dicha y armonía.
YA ESTAMOS ILUMINADOS, porque somos uno con el infinito Amor divino
que todo lo crea!!! Son nuestros pensamientos quienes nos mantienen distraídos y vibrando bajo.
Volvamos a SENTIR la vida, más que a pensarla tanto;
volvamos a vivir desde el momento presente,
dejando que nuestra mente se calle,
para que hable nuestra Alma; volvamos a vivir desde el corazón desde donde
nos conectamos con las más elevadas frecuencias del AMOR Infinito
y Eterno que somos en esencia.
No somos pequeños, al contrario: estamos llamados a DESPERTAR al amoroso
Ser de Luz que somos en verdad, y a sentir la dicha más plena
de liberarnos de nuestras propias cadenas mentales.
Estamos llamados a entregarle al mundo la divina luz que llevamos dentro,
para que esa elevada vibración se expanda y
juntos despertemos de esta ilusión de separación en la que hemos estado…
para que volvamos a sentir en nuestro interior que TODOS SOMOS UNO!
No busques más afuera, ve hacia tu corazón…
EL AMOR SIEMPRE FUE LA RESPUESTA!!!
Te envío un luminoso abrazo desde mi infinito hasta tu Eternidad!
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