Cuando yo no te amaba todavía -oh verdad del amor, quien lo creyera- para mi sed no había ninguna preferencia verdadera.
Ya no recuerdo el tiempo de la espera con esa niebla en la memoria mía: ¿El mundo cómo era cuando yo no te amaba todavía?
Total belleza que el amor inventa ahora que es tan pura su navidad, para que yo la sienta.
Y sé que no era cierta la dulzura, que nunca amanecía cuando yo no te amaba todavía.
Maria Elena Walsh
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