El tiempo sólo existe cuando nosotros queremos, es propiedad o mejor dicho invento del ser humano. Ahora vivimos acelerados en un mundo del cual hemos cambiado las reglas, no nos detenemos ni para amar a la persona que tenemos al lado, no vemos su sonrisa, ni miramos sus ojos. Ya no nos deleitamos con paisajes y compañías. Sólo algunos pocos detienen está locura y miran a través de la ventana de nuestro tren de vida, viendo las maravillas de nuestro universo. En estos momentos mientras escribo estoy parado en el tiempo y me deleito con cada palabra. Me gusta pensar que no estoy subido en ese tren o que si lo estuviera podría bajar en la siguiente estación. Es importante encontrar las situaciones donde el tiempo no transcurre, irónico ya que no existe. Nos damos cuenta fácilmente algunos, un beso, una montaña, el cielo, el mar. Podríamos pasarnos una eternidad hablando con alguien y sentir que ha sido un segundo, o sufrir el dolor más grande y pensar que es eterno que nunca dejará de doler. Elasticidad de un tiempo a voluntad propia y si no fuera porque sale en algunas ecuaciones de la vida, a mucha gente como yo que vive sin reloj nos alegraría mucho la vida saber que no transcurre a un paso marcado por el ser humano.