En Amsterdam han conseguido reducir la obesidad infantil especialmente en los barrios más desfavorecidos con un programa que parte de las administraciones y en el que se incluye a colegios y familias.
En ninguna parte he leído que se prohíban las grasas, de hecho, el programa se enfoca en la sobreexposición al azúcar y comida procesada sobre los pequeños.
A McDonalds y Cocacola no les hará gracia y les veo temblando con la posibilidad de que ante el éxito obtenido, el programa se exporte.