Si con los ojos abiertos
miras a tu alrededor,
contemplas de modo nuevo
las obras de la creación:
montes de tierra volcánica,
la gran extensión del mar…
que de manera mecánica
te acostumbraste a mirar.
Todo cobra otro sentido
según tu disposición
y según estés tú mismo
de cara al mundo exterior.
Cierra los ojos y siente
el sonido de las olas
y esa caricia caliente
del sol que la piel te dora;
nota el sabor de la sal
y aspira el cálido aroma
de la brisa que al soplar
a otros lugares te asoma.
¿Desde qué mente surgió
el cuadro que puedes ver?.
Tan sublime inspiración
¿de dónde pudo nacer?.
José García Velázquez