Y sabrás que te quise,
que te amo
y que quizá te amaré de por vida;
no sé si lo viste ayer mientras
mis ojos se perdían
en el suave rumor de tu sonrisa;
no sé si hoy, al despertar,
me notaste entre el aire
que por vez primera respiras;
o tal vez lo notarás mañana,
cuando quieras estar lejos,
a solas,
distante de toda compañía
y ya no puedas olvidar
lo que una vez,
hace siglos,
mis ojos en silencio te decían...
-Jorge Daniel