Actitudes E Intenciones
Todos nosotros hemos escuchado alguna vez
a nuestra madre diciendo con respecto a nosotros mismos:
“Mi hijo ha hecho esto porque perdió la cabeza, pero
—en el fondo— es una muy buena persona.”
Una cosa es vivir culpándonos por actos impensados
que nos hicieron equivocar; la culpa no nos lleva a ningún lado
y puede despertarnos el estímulo para mejorar.
Otra cosa, sin embargo, es vivir perdonándonos todo lo que hacemos;
de esta manera, nunca seremos capaces de corregir nuestro camino.
¿Cómo actuar? No existen fórmulas.
Pero existe el buen sentido y debemos juzgar el resultado
de nuestras actitudes y no las intenciones que teníamos al realizarlas.
En el fondo, todo el mundo es bueno, pero esto no interesa.
Dijo Jesús: “Es por sus frutos que se conoce el árbol.”
Dice un antiguo proverbio árabe:
“Dios juzga al árbol por sus frutos y no por sus raíces.”
Paulo Coelho