El demonio conversaba con sus amigos cuando notaron
que venía un hombre caminando por la carretera.
Siguieron su trayecto con la mirada
y vieron que él se inclinaba para recoger algo.
-¿Qué es lo que habrá encontrado? -preguntó uno de los amigos.
-Un pedazo de la verdad -respondió el demonio.
Los amigos se quedaron preocupadísimos.
Al fin y al cabo, un pedazo de verdad podría salvar el alma de aquel hombre,
y sería uno menos en el infierno.
Pero el demonio continuaba imperturbable. contemplando el paisaje.
-¿A ti no te preocupa?
-le preguntó uno de sus compañeros-.
¡Ha encontrado un pedazo de la verdad!