La vida es un soplo. Aliento de Dios por venir, el aliento de Dios para ir. Es un capítulo con un principio, medio y final de cada día. Hoy estamos aquí, mañana quién sabe solamente es Dios. No el mejor, ser el mejor, dejar que el mejor en el momento de la despedida. Cada mañana una nueva oportunidad de decir perdón que aman y sirven a Dios, porque nuestra vida está en las manos de Dios, para lo que esta tierra es el recuerdo y la añoranza de Dios, es que nos fue, el amor nos se dio la historia que escribimos.