Qué curioso es depender de alguien. Despertar para ver sus mensajes, sonreír, sentirte feliz porque suben fotos, escuchar sobre su día, que ellos se interesen en el tuyo. ¿Por qué nos hacemos tan dependientes de la gente? Después llega el día en el que comiezan a tardar en responder. El día donde simplemente ya no les interesas. El día donde ya solamente te leen, sin responder. Ese día todo se viene abajo.
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