Algo tan sencillo como relajarse puede convertirse en una pesadilla y más si tienes la tentación de mirar el móvil cada dos por tres. Para lograr esta tarea necesitamos mantener la mente ocupadacon una tarea que requiera de nuestra concentración, ya puede ser leer un libro, dibujar en tus libretitas o quedar con un amigo para tomar un café.
La conclusión que podemos sacar de todo esto es que necesitamos encontrar nuestro punto intermedio, ni estar todo el día revisando notificaciones ni irnos a una cabaña en medio del bosque incomunicados. Somos personas sociales y la tecnología ha facilitado esto en cierta medida, pero también se puede convertir en nuestra enemiga si dependemos exclusivamente de ella para relacionarnos. Así que coge tu móvil, ponlo en silencio y disfruta.
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