Amar y Querer 1
La gran mayoría de los seres humanos sentimos miedo en muchos matices de la vida, pero el peor de los miedos que llevan dentro es aquél que les impide amar.
¿Por qué tienen miedo de amar?
Quizás porque alguna vez amaron, no fueron correspondidos o abusaron de su amor, o quizás simplemente no han conocido al amor sino al querer, y por miedo al sufrimiento se niegan la oportunidad de amar de nuevo.
Eso es una agresión, además de ser cobardía, porque el dolor es el que nos enseña. Sí no sufrimos nunca aprendemos. Hay que sufrir, hay que llorar para poder estudiar nuestros errores y no volver a cometerlos, pero no podemos detenernos y detener la vida, y castrarnos, y ponerle al corazón un bozal, o flagelar a todos los seres que nos aman.
No podemos vivir siempre con el fuete en la mano, guardado amenazante en una constante agresión….
“El pasado es una página del libro de la vida, pero no es la vida toda”.
No podemos ser esclavos del dolor de ayer, el ayer se guarda, solo se ha de tomar la enseñanza de ese dolor y continuar hacia delante, pues el dejar de amar es detenernos en nuestra evolución, y mucho más cuando en realidad no hemos amado y solo hemos querido.
¿Y en qué se diferencia el amar del querer?
Pues simple: Las leyes del Amor no permiten hacer daño, porque el amor es un sentimiento muy claro, transparente, puro; en el amor se llora por alegrías, por melancolía de no tener a nuestro lado a quien amamos.
Desconocer el amor verdadero es más frecuente de lo que podemos imaginar…
Cuando amamos no pretendemos cambiar a nadie, toleramos, nos sacrificamos, aceptamos todo.
Cuando amamos no damos nada a cambio de nada, esperamos recibir recíprocamente lo que estamos entregando, y hacemos todo con gusto, con verdad, con sentido, con el alma.
Todo lo que se hace con amor no molesta, no pesa. En cambio, cuando queremos, laceramos, herimos, hacemos daño, atropellamos. Cuando “queremos” nos equivocamos y no lo aceptamos, tratamos día a día de cambiar a quien tenemos a nuestro lado para que se convierta en un ser igual a nosotros. No sabemos respetar la individualidad, arrastramos errores tras errores y no nos liberamos del pasado.
El querer habla a los instintos, cuando decimos “quiero” nos podemos incluso referir a querer poseer algo, yo quiero un carro, yo quiero una casa, yo quiero un pastel; en el amor no hay posesión, yo quiero poseerte, eso es el querer.
Pero cuando se ama, eso no habla a los instintos, pues el amor sale de adentro, muy lejos de donde está lo instintivo… y esa es la parte que debemos dejar aflorar cuando realmente amamos.
Cuando amamos debemos aprender a decir: “me encantó estar contigo”, “fue un placer estar contigo”, es decir “Yo Te Amo”. Aunque son tres palabras pequeñitas, a muchos les cuesta decirlas.
Aprende a amar y después de que aprendas te vas a dar cuenta de que es divino. Te sientes más liviano te sientes en paz con el mundo y contigo mismo, y por sobre todo conocerás la verdadera dicha.
Acepta a tu pareja, a tus amigos, a tus padres, a tus hijos tal y como son porque tú los amas.
Que bello sería que todos aprendiéramos eso…. Hay que aprender a decir: “Te Amo”, a sentir ese “Te Amo”, y a expresar ese sentimiento porque todos los llevamos dentro… Reconocer al Amor es más fácil de lo que parece… solo hay que buscarlo dentro de ti y dejar que aflore, sin miedos, sin odios y sin condiciones.
Construye un mundo nuevo dentro de ti, que dentro de esa bolsa interior no quede nada negro, ninguna duda, ningún miedo, ningún resentimiento, y verás que un sol muy grande va a iluminar tu vida. Así tendrás la suficiente energía para conectarte con tu Amor, y al conectarte con tu Amor te conectarás con el Amor del Mundo, es solo intentarlo para lograrlo.
a/d