"Cuando una persona deja de aprender, deja automáticamente de crecer y empieza a envejecer."
Cada día. Al final del mismo debemos preguntarnos: "Hoy, ¿qué aprendí?", y valorar nuestro crecimiento a través de la riqueza más importante: el conocimiento. La gran mayoría de los seres humanos vivimos del conocimiento acumulado en nuestro cerebro, casi todos tenemos el mismo hardware, es decir dos pies, dos ojos, dos brazos, dos oídos, la diferencia, que hace que unos prosperen más que otros, es el software, lo que cada quien almacena en su cerebro.
No lo dude más, no escatime la inversión en su superación intelectual, resulta curioso, que a muchas personas les duele auto invertir en su persona y se resisten a comprar libros, música o videos que los enriquecerán intelectualmente, en cambio no vacilan un instante cuando se trata de gastar en licores, cigarros o pornografía, que sólo los contamina y empobrece. Son tiempos de aprender.
La diferencia entre los triunfadores y los mediocres está en lo que contengan sus mentes, la mente es como un jardín, hay que fertilizarla, cultivarla, cuidarla, arrancarle la cizaña, es decir, echar fuera los pensamientos negativos, las telarañas que son los prejuicios, fruto de la ignorancia y el abandono. Decídase a enriquecer diariamente su activo más valioso: SU MENTE.
Anónimo