Es necesario vivir con ilusión, buscar en la vida todo lo
que pueda parecernos positivo, dentro de nosotros mismos
o en nuestro entorno. Hay que agarrarse a la ilusión por vivir,
en especial cuando se producen problemas en nuestra vida,
a nivel personal, familiar, profesional o al que fuere,
y no depende exclusivamente de nosotros el resolverlos.
Hay que abrir las alas y pasar por encima de ellos,
porque lamentarnos de los mismos sólo sirve para
agrandarlos y ponernos en respuesta biológica negativa,
con todas sus consecuencias para la salud y para la vida.
Busca todo lo que pueda ilusionarte en la vida.
Lo esencial en el hombre es el poder creador -de bien
y de mal- de su pensamiento.
Vivimos de acuerdo con nuestros pensamientos.
Los pensamientos son las manos del alma que
modelan la vida del hombre. Hemos aprendido
a hablar con lujo de detalles del mal, ¿y del bien?
En cambio lo que hay que hacer es justo lo contrario:
hablar sólo del bien que necesitamos.
Y cuando tenemos o tememos algún mal hay que aprender a
encontrar el bien opuesto y pensar que eso es lo que necesitamos.
¿Te suena la palabra «imposible»?
Cada vez que la usas te estás autolimitando,
estás cerrando la puerta a nuevas soluciones para
los problemas de cada día. Hay que potenciar la
Medicina Preventiva, que tendrá su fundamento
en un mejor conocimiento de la influencia del
pensamiento en la calidad de vida y en la salud.
Cada pensamiento de un ser humano sale de
él y no hay barrera que lo pare, ni distancia que
no pueda salvar. Cada pensamiento llega al inconciente
de todo ser humano, y como desgraciadamente se
y se habla tanto de males, estamos llenando el inconsciente
de cada ser humano de negatividad, de tinieblas.
Si queremos que nuestra civilización tenga una
salida positiva hay que cambiar la motivación fundamental
de los actos humanos, que es el temor, por amor.
El hombre y nuestra sociedad son el reflejo de
sus pensamientos. El bien no tiene límite y
el mal no tiene futuro.
No hay mayor poder en el Universo que el poder del amor