RECUERDOS
Cuando escucho el repicar de las campanas
Me acuerdo de una tarde de lluvia en la iglesia
Tú con el rostro mojado y lágrimas en los ojos
Balbuciente, besaste mis labios con infinita dulzura.
Las horas seguían su apresurada marcha al ocaso
Mientras, frente al altar confesaste amarme por siempre
Fue tanta mi ilusión que mis labios buscaron refugio en tus besos
Y elevamos con fe una plegaria de amor a María Santísima.
Formulamos promesas de diferente contenido
Juramos mantener ese amor por la eternidad del tiempo
Juntamos nuestras manos, nuestros labios y la vida
En un te quiero que deben haber escuchado los querubines.
Que pena me causa recordar ese episodio de la vida
Hoy que seguimos en la tierra pero separados,
Cada uno escogió otro camino, sin mirar el pasado
Entonces la tristeza de esta tarde de lluvia me acompaña
Me he preguntado en mis largas noches de insomnio,
Si fue un sacrilegio haber jurado ante la Virgen,
Ese amor eterno que desapareció sin sentirlo
Y aún me quema el alma cuando al templo regreso.
Contemplo con curiosidad el Altar Mayor y esta ahí
Quien fue testigo del ardiente arrebato de juventud
Entonces elevo mi plegaria y con devoción imploro
Por tu felicidad en las mieses de otra morada.
Luis G Machado S.