No quiero que mis versos queden escondidos
en las rendijas del alma,
aspiro que vuelen como el aire se eleva
y penetra en los recónditos espacios
que traspasan la raya del horizonte
y encuentran parajes indescriptibles,
mas allá del infinito.
Que se transformen en gotas de rocío
y te acaricien íntimamente,
hasta sacarte de la indiferencia y el hastío.
Que sean rosas fragantes
y eleven tu autoestima a cada instante.
Que se agiten en las alas zigzagueantes de las golondrinas,
viajeras incansables,
y los esparza en el ambiente
para que al llegar a la tierra,
transformen el pensar de mucha gente.
Deseo que mis versos me descubran,
revelen ante el mundo lo que siento,
pienso, extraño, me envuelve en el dolor,
en todo lo que es causa de almacenar en mi,
los sentimientos.
TrinaLee de Hidalgo
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