Tengo los años bastantes,
como para saber, que siempre seré una niña cuando algo me ilusione, me atrape, y me llene de pasión. No sé ni cuántas velas soplo el año que viene, pero seguiré disfrutando de cada detalle y de cada sorpresa, como si tuviera seis años y lo viera todo por primera vez. Me he hecho mayor y, sin embargo, cada vez que me besan me parece la primera; y he encontrado, en una mirada cómplice, las confesiones más sinceras. Y es que me he hecho mayor; mayor como para saber querer a los míos sobre todas las cosas, y, sobre todo, para aprender a quererme a mí misma, en todos los tiempos.
-itaca-
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