Con Qué Ojos Vemos La Vida
Así como vemos la vida, así la vivimos. Si en los momentos de dificultad,
percibimos todos los caminos oscuros,
nunca encontraremos la claridad. Y como asumimos nuestra vida,
así igual pretendemos que los demás, la vivan. Una persona que vive en amargura y todo lo ve mal;
así mismo, refleja eso a los otros,
y es lo que se percibe cuando se está a su lado. Por otro lado, sólo vemos en quienes nos rodean,
lo que nosotros mismos proyectamos,
y hasta les reprochamos sus debilidades,
que terminan siendo las mismas nuestras.
Si ante cualquier problema nos sentimos perdidos, si no sabemos nunca perdonar, si vemos sólo lo negativo de cada momento, persona
y ocasión, entonces no sabemos ver la vida con los ojos
de Dios, y por ello no logramos hallar la paz
y la alegría que tanto anhelamos.
Si vemos todo pequeño, nos sentimos igual,
si vemos que nada tiene valor,
es porque ni nosotros mismos nos valoramos.
Así como vemos la vida, así reflejamos la nuestra.
No existen personas limitadas,
existen seres que todo lo limitan,
y que se sienten así mismo limitados.
La experiencia de Dios, va más allá
de decir yo creo y tengo Fe en El. Quien en su vida se siente amado por el Creador,
ve la vida con otro color; sabe percibir luz
en medio de la oscuridad, lucha en descubrir
sólo dones y valores en los demás,
y esto le enseña a amar y perdonar con libertad.
El que ve la vida con los ojos de Dios, no se rinde,
aprende de cada momento que vive.
Tal vez sintamos que las cosas no cambian,
que las personas actúan igual; hay que tener
presente que nada cambia, somos nosotros
los que debemos trabajar por transformarnos,
renovar nuestra vida, verla con ojos nuevos
para que sintamos que todo a nuestro
alrededor es diferente, especial.
Recuerda, así como vivimos la vida,
así la vemos reflejada en los demás. No veas la vida con los ojos de los hombres,
que todo lo limitan, que se fijan sólo en apariencias
y en lo material... todo eso pasa, y al final
nada queda, sólo vacío, tristeza y soledad. Mira la vida con los ojos de Dios,
que sabe descubrir en todo, belleza,
que pone en cada cosa Amor,
para Él todo es perfecto, porque
hace parte de su creación...
Algo más: sólo se puede ver bien
con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos. |