Regalo para la vestía trump en su primer año de desorden mandato
El expresidente de EEUU Barack Obama aplaude al candidato
demócrata Ralph Northam durante un mitin de campaña, el pasado 19 de octubre
en Richmond (Virginia), al noreste de EEUU
El presidente de EEUU, Donald Trump, sufrió una triple derrota con las
victorias demócratas en los comicios de alto perfil en dos estados y una
gran ciudad, que resaltan su impopularidad en el primer aniversario de su dramática elección.
Los resultados conocidos en la noche del martes equivalen al repudio
general de lo que los críticos han llamado la política divisoria de Trump,
a la vez que constituyen una prueba sobre la influencia presidencial
de cara a las batallas electorales por venir.
La derrota más hiriente fue la de Virginia, un estado vecino a la ciudad de
Washington considerado barómetro de la política nacional, en este país
que enfila hacia las legislativas de 2018 y la campaña presidencial de 2020.
La carrera por la gobernación de Virginia tenía todos los elementos
para ser muy reñida, vistos los sondeos, pero el vicegobernador demócrata
Ralph Northam barrió a su rival republicano Ed Gillespie por un
inesperado y amplio margen de nueve puntos.
En Nueva Jersey, el demócrata Phil Murphy también obtuvo la victoria
al quedar unos 13 puntos porcentuales por encima de su rival, poniendo
fin al mandato de ocho años del gobernador republicano
Chris Christie, antiguo aliado de Trump.
Y en Nueva York, el alcalde progresista Bill de Blasio lideró la ola
de repudio hacia Trump y obtuvo la reelección en la
ciudad más poblada de Estados Unidos.
Murphy y Northam presentaron sus victorias como rechazo a la polarización
que caracterizó la campaña de Trump en 2016 y buena parte de su primer
año en la Casa Blanca. "Esta noche, Nueva Jersey envió un mensaje
claro a toda la nación: somos mejores que esto", declaró Murphy.
Los resultados marcan el regreso a la buena fortuna electoral del
Partido Demócrata, que había perdido elecciones en distintos estados
este año, despertando preocupación sobre cómo contrarrestar la influencia de Trump.
"Éste es un referéndum sobre los valores estadounidenses", dijo el líder
del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez, en la
televisiónCNN al comentar el giro del martes.
En un comunicado, el Comité dijo que había ganado no solo en Virginia
y Nueva Jersey, sino "arriba y abajo por todo el país" al mantener
o rescatar de manos republicanas alcaldías importantes
y asientos en las cámaras regionales en otros seis estados.
En Virginia, la demócrata Danica Roem, de 33 años, hizo historia
al convertirse en la primera delegada legislativa regional abiertamente
transgénero, y posiblemente también la primera del país.
Una victoria de Gillespie habría servido para validar el estilo
agresivo de Trump y habría dejado claro cómo republicanos
convencionales podían compartir los intereses de Trump sin
necesariamente apoyarse directamente en el controversial
presidente. Ahora parece que deberán cambiar sus libretos.
En su típico estilo combativo, Trump rápidamente buscó
distanciarse de Gillespie, quien no hizo campaña junto al presidente
en Virginia. "Ed Gillespie trabajó duro, pero no se apoyó en mí o
en lo que yo defiendo", escribió Trump en un tuit desde Corea
del Sur, donde se encuentra en una gira asiática.
- "Baño de sangre" -
El presidente insistió en que, con la economía estadounidense
bien encaminada, continuarán ganando.
Pero algunos analistas aseguran que los resultados sugieren que
una ola demócrata podría estar en el horizonte. Virginia fue un
"baño de sangre" para los republicanos, dijo a la AFP el experto
Michael McDonald, de la Universidad de Florida.
Aunque Gillespie difundió propaganda que encendió el debate
sobre raza, armas y migración ilegal, su intento de distanciarse
específicamente de Trump no funcionó.
"Trump absorbe gran parte del aire en la política estadounidense,
así que es difícil para cualquier republicano escaparse", explicó el experto.
Si Trump no hubiese sido un freno para los votantes en Virginia,
se habría demostrado su gran poder para llevar a los estadounidenses
a las urnas a pesar sus pobres niveles de aprobación.
Para aumentar las penas republicanas en Virginia, los demócratas
también ganaron la carrera de vicegobernador y fiscal general.
El partido ganó igualmente varios asientos en la Cámara de
Delegados, de 100 miembros, colocando a los republicanos
en peligro de perder el control del legislativo regional.
"Habrá muchos republicanos preocupados" sobre cómo tales
hechos podrían traducirse en derrotas en las legislativas
de mitad de periodo en 2018, dijo McDonald.
"Si pueden perder control de la cámara legislativa, seguramente
pueden perder también control de la Cámara de Representantes
de EEUU", añadió. Los 435 puestos de la Cámara
baja estadounidense se eligen cada dos años.
Los republicanos tienen una cómoda mayoría, pero, si pierden
esa ventaja, la agenda legislativa de Trump, incluyendo su
esfuerzo para revertir la actual ley sanitaria, estaría en riesgo.
ATT DIDIER PIPOLL