Oh, poesía,
blanca niña de armiño
en liras de Erato descansadas,
glorietas de colores que bailan en mi ventana,
suave viento
que me llama por las mañanas;
luz, aliento, vida,
alud de emociones
que rasgas el alma.
Tus violines encantados
me enamoraron,
y desde entonces
ya no soy la misma;
se amplió mi horizonte,
¡Me salieron alas!
Poesía que me tocas con el borde tu manto,
que acaricias mi cintura con tu canto,
prende en mi alma
tus cirios blancos;
que tus ángeles
toquen sus trompetas inspiradoras,
¡Que Apolo me endulce en tus liras encantadas!
Poesía dama clásica enamorada,
poesía galáctica, futurista,
poesía señora cotidiana,
habita en mis sueños
funde tu savia con mi verbo,
crucifica mi pluma en tu aliento.
Siembra tu castillo de bondades
en este mundo de oscuridades,
pinta el mundo
de esperanza,
que dancen las nueve musas
en tus escalinatas doradas;
enciende
la antorcha de la justicia entre tus dedos,
tus ojos cristales se eleven a lo eterno.
Brillen tus estrellas
en mi noches sin luna.
Poesía,
me atrapaste
en tus hadas mágicas,
soy contigo,
fuente de versos;
me hiciste poema
en tus vitrales.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados-safe creative