Todo fin es una invitación a la reflexión. Pensamos sobre las conquistas, las decepciones, las alegrías, las tristezas, logros, en fin, hacemos un análisis de lo que hicimos y, principalmente, de lo que no hicimos. Sumado a la Navidad que por sí sola simboliza renacimiento, es decir, cambiar y renacer para una nueva vida. La invitación a la reflexión es positiva porque hace pensar, pero ese pensar a menudo trae recuerdos, recuerdos y nostalgia, principalmente, para aquellos que están lejos de quienes aman o por haber perdido a alguien significativo. La voluntad de revisar, de abrazar, de conversar, de estar juntos se hace presente y la nostalgia llega a doler. En ese momento, debemos recordar que el amor verdadero no separa, no muere, sino que se superpone a cualquier otro sentimiento y para siempre permanece vivo.En esta época, en general, cada ser busca ocupar su tiempo con todo y todos, menos consigo mismo. Por ser una época que sugiere la introspección, muchos se sobrecargan con las compras, como forma de huir, inconscientemente, de lo que sienten. ¿Son los regalos, los adornos, la decoración, las comidas, bebidas, ropa, pero ... y los sentimientos? ¿Están de lado como si no existier? ¿Por qué mirar hacia fuera? ¿Será que mirar hacia fuera y ocuparse con el externo protege e impide la tristeza? ¿Y quién dijo que tenemos que estar feliz en esas ocasiones? Por ejemplo, la tradición del intercambio de regalos perdió el sentido real. Este es un acto que demuestra, o debería demostrar, generosidad, amor, perdón y unión.
Hoy, muchas personas lo hacen por obligación e hipocresía. ¿Cuál es el valor que hay en eso? ¿Qué valor hay en estar con la gente sólo porque es Navidad, sino durante todo el año no se acuerda? Las convenciones establecidas de cómo se debe pasar la Navidad tienden a disminuir, permitiendo que cada uno busque pasar esa fecha de acuerdo con sus verdaderos valores y aquello que pide su corazón. Debemos y merecemos estar felices, pero como reflejo de lo que estamos sintiendo y no por mera convención. No hay nada contra regalos, encuentros o ambientes alegres, pero hay que cuestionar el verdadero sentido, sumergirse más en la profundidad del interior de los propios sentimientos, proporcionando así verdaderos encuentros.¿Por qué esta época del año todo el mundo es más frágil y sensible y para la mayoría es un momento de gran nostalgia? La Navidad por sí sola nos remite a la infancia, incluso aquellos que no tuvieron una infancia feliz, esperaban ansiosos por el viejito de barbas blancas y ropa roja. Era una época en que se ganaba (o no) presente, había (o no) fiestas, alegría, personas. Había la magia del sueño. Todos se encontraban para festejar. Con el tiempo, la gente se va, ir a otro plano, los caminos se distancian, se pasan por alto los sueños, así que hay que celebrar o qué partido y que sintieron alegría se está lejos de una el día existió.No debemos seguir patrones o hacer fiesta porque es Navidad, deberíamos más bien es para estar cerca de los que amamos y sobre todo a nosotros mismos.
Debemos es rescatar nuestros sueños, no esperando más por el buen viejito, pero creyendo que cada uno de nosotros es capaz de vencer, de vivir, de ser feliz por lo que se es y no por lo que se tiene. En esta Navidad y final de año, sustituya la tristeza por la alegría, la nostalgia por los buenos recuerdos, la comodidad por el cambio, los malos tratos por el cuidado, la agresividad por el cariño, las lágrimas por la sonrisa, la incredulidad por la fe y la esperanza, las peleas por la fe la unión, la culpa por el perdón, el odio por el amor. Y permita que esos sentimientos positivos perdure en todos los días del próximo año, haciendo 2018 un año totalmente diferente y maravilloso para usted. ¡Así que no sólo coloque, pero sienta paz en su corazón!Después de leer este artículo, usted puede hacer el siguiente ejercicio para empezar a diseñar cosas positivas para el próximo año. Cierre los ojos e imagine el último día del año. Haga una retrospectiva del año que termina como si ya hubiera pasado y agradezca todo lo bueno que usted conquistó. Haz una carta para registrar todo lo que sucedió en tu vida. Guarde con mucho cariño y cuando llegue esta fecha efectivamente lea y vea lo que realmente logró realizar y recuerde siempre agradecer. Como una parte de la canción "tercera canción del Milenio", interpretado por Leonardo: .. "Vamos todos a hacer nuestro sueño realidad Nadie debe pasar por la vida sin suceda El sol sale para todos, nadie va a ir sin brillo y es por estas y. otras que la gente tiene que agradecer ... "¡Celebre la Navidad y, sobre todo, irradie la luz que existe dentro de usted en cada día del nuevo año que va a llegar! Y si yo pudiera dejarle un regalo, dejaría una semilla que comenzara a germinar dentro de usted y poco a poco fuese contagiando a todos los que están a su alrededor. Dejaría una semilla de los más nobles de los sentimientos ... Así, te dejo una semilla de amor! ¡Mucha paz!
|