
Hundes pudorosa,
Ululantes usufructos…
Úrsula…
Como nunca cruce, palabra contigo,
Siempre creí que ese era tu nombre.
Proveniente de Upsala,
Ciudad fría,
Usualmente no la visitabas,
Preferías estar encerrada en tu cápsula,
Leyendo novelas rosas,
Observando morir las horas.
Con el único aliciente de pasar inadvertida.
Úrsula…
Peninsular cuerpo presumías,
Allá en la tienda, donde comprabas tu ropa,
Ulterior ya habías visitado la biblioteca,
Huraña preferías los entornos intelectuales,
Contraria a asumir los prototipos tradicionales
Te sublevaban los patrones machistas.
Úrsula…
Mutual, habitual,
Te enamorabas fácilmente,
De lo último en la moda,
Los zapatos de tacón alto,
Del artista en boga.
A los que creían tus historias pusilánimes,
Les vendías una sonrisa.
El de los periódicos bien te conocía,
Cualquiera del barrio,
Podía dar referencias sobre ti.
A qué horas salías para el trabajo,
Quién te había puesto “los cuernos”
Úrsula…
Aurora urbana,
Solías por momentos divagar,
No escuchar a los demás,
Mentir por diversión,
Confiar complicidades
Úrsula…
Supe que siempre has llevado este nombre,
Originaria de Upsala,
Pocos te entienden,
Sobre todo si te gusta estar en una cápsula,
Para que nadie cuestione tus creencias.
Úrsula… mutual… habitual.
Alejandro Cruz