La marcha del tiempo…
Caminaste sin mí, anduviste solo
escapando de tus sueños, de mis sueños,
huiste de igual manera con una sonrisa
grandiosa, dejándome en la soledad.
Con tu partida se fueron quedando
mis años olvidados, entre mi dolor
y mis lágrimas, te fuiste por un camino
que me fue difícil seguir tus pasos,
caminaste hasta perder tu andar,
se que ya no regresaras porque
has perdido tu rumbo y mi amor.
Al marcharte ya no hubo
más atardeceres a la orilla del mar,
ya no esperé el brillante amanecer,
no quise contemplar el rocío
que para mí era un milagro
que nos regalaba la sabia naturaleza,
ni menos observar el regreso
de las aves cuando retornan a su nido,
también ellas se fueron, como te fuiste tú.
Y yo sigo aquí sentada ante mi balcón
esperando los otoños venideros,
leyendo los mismos versos,
contemplando el mismo cielo,
escuchando el mismo sonido del viento,
el mismo silencio, aguardando la misma
noche y en la nostalgia me voy quedando adormilada
en soledad entre pesadumbre y hastío, entre lágrimas
que te recuerdan y voces que ya no escucho.
Así veo pasar el tiempo, evocando mi sonrisa
que se quedó en mis arrugas de cada otoño,
de mis suspiros callando el dolor de no tenerte
y extrañándote por no volverte a ver.
Ligia Rafaela
(Venezuela)