Vencida no estoy
aun conservo energías al paso de estos años
que ya bastante suman.
Y no existen obstáculos que a mi ser amilanen
ni silencien mi pluma.
Sigo adelante, con la cabeza erguida,
pues siempre he dado ejemplos en mi función docente
y en el sendero recto que transita mi vida.
Y será así, porque todo lo hago con ansia y frenesí,
hasta que llegue el día y la marcada hora
en que ya mis ojos no contemplarán
la claridad hermosa de una nueva aurora.
Regarán mis cenizas,
y veré otra luz aun mas resplandeciente
y mis versos, seguirán hablando por mi
aunque mis labios yertos, permanezcan silentes
.
Trina Lee de Hidalgo
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