R O S A L
Rosal hacedor de las rosas,
Tus espinas sangran mis dedos,
Nada importan estas cosas,
Si con tu perfume elevas mis sueños.
Siempre fuiste bien alabada,
Pues en cualquier ramo estás,
Seguro por tu belleza añorada,
Y de tu fragancia, qué se puede pedir más.
Al ser cortada dejas de existir,
Olvidamos tu señal de amor y amistad,
Ya que no sentimos tu sufrir,
Ser vivo eres, qué importa la verdad.
Apagada y mustia está:
Ya pasó su belleza y fragancia,
Ahora esperemos otra rosa más,
Que el mismo fin sufrirá.
Por mucho que amemos y te cuidemos,
Todo su fin tiene, asi es la vida
Lo que hace que por ti lloremos,
Nada se mantiene todo se olvida
Magi Balsells
Derechos reservados