La vida corre como ardilla en busca de su rama
o gacela herida huyendo del cazador,
o como estos días que discurren aceleradamente
en que amanece y ya es de noche, de repente!.
Cuando niños nunca pensamos en eso,
no teniamos tanta noción del tiempo,
pero al empezar a envejecer, valoramos mas
cada minuto que pasa, cada soplo del viento,
cada hora impregnada de embelesos,
porque empezamos a restar nuestra existencia
y la experiencia mezclada con la sabiduría,
nos enseña que la vida es una ciencia
con larga o corta travesía.
Trina Lee de Hidalgo