¿ POR QUÉ ADORAMOS A MARILYN MONROE?
Sería fácil recurrir al siempre manido tópico de la chica huérfana, pobre y abandonada, que al conseguir el sueño americano, pasa a convertirse en objeto de admiración y de culto para millones de personas.
Pero…. no nos engañemos: ¿cuántas muchachas al igual que Marilyn, soñaron en convertirse en estrellas deslumbrantes, y no lo consiguieron? ¿por cuántas camas tuvieron que pasar, al igual que Marilyn, para lograr un pequeño papel en cualquier película de segunda categoría, para finalmente volver desengañadas a su lugar de origen?
¿Por qué Norma Jean, aún siendo una chica mona y fotogénica, características éstas de las que podían presumir otras muchas jóvenes de la época, llegó a ser una de las actrices más aclamadas, deseadas e idolatradas de aquella época?
Para muchas personas resulta un verdadero enigma que esta mujer, a la que suelen denostar como actriz, lograra convertirse en una de las intérpretes más populares de la época, siendo por otra parte una de las más queridas por el público y perseguidas por la prensa, que prácticamente hacia guardia en la puerta de su casa para poder inmortalizar cualquier movimiento de la actriz.
Esa atracción que despertaba la preciosa y famosísima Marilyn en la gente, ya había dejado huella unos años antes, cuando ella era tan sólo una modelo de revista, entre todos los fotógrafos que tuvieron la oportunidad de trabajar con ella. De hecho fue bautizada por el gremio con el sobrenombre de “El sueño de los fotógrafos”, tal era su naturalidad, su espontaneidad, y su sonrisa franca y sincera, muy lejana de aquellos gestos teatrales y fingidos de muchas de las modelos o actrices anteriores.
Su personalidad fue única entre miles, más que su físico, que a fin de cuentas era bonito, pero como el de otras muchas de aquella época.
Su personalidad era atrayente, porque se percibía desvalida pero tenaz, insegura pero capaz de conseguir cualquier cosa que se propusiera.
Su naturalidad ha sido fundamental para conformar el mito: miles de fotos dan buena cuenta de lo cercana y diáfana que era Marilyn.