Recordándote...
Mi vida va languideciendo como las hojas
tristes y viejas de un calendario roto,
mientras la tarde otoñal va cayendo
con sus colores incandescentes que golpean
en las salientes de un desfiladero atemorizado.
Ahora…Sólo yo permanezco inmóvil, mirando el paso
del río con tinte de oro y plata, escuchando
el sonido al chocar con las piedras de mi alma
que va debilitándose lentamente al ritmo
de mi corazón y mis sueños que hoy mueren
al paso del tiempo con olor a hierba muerta.
Pero…Aún en mi mente vibra las mil y unas palabras
que brotaron de tú corazón cuando me jurabas
un amor que estabas muy lejos de sentir,
ahora al caer mis otoños quiero desaparecer.
deseo tantas cosa a la vez y sin embargo
ya no quiero nada, sólo cerrar mis ojos
y quedarme callada…Sin pensar…Dormida;
de todo esto solamente es culpable el amor que
me enseñaste a creer y que luego lo arrebataste
hiriéndome en lo más profundo de mi ser,
ahora solamente me queda mirar el camino
donde te quedaste con mis sueños,
junto con mi alma…Mi corazón…Mi vida.
Ligia Rafaela
(Venezuela)