Pruebas de vida.
Eres creación divina.
El Todo Poderoso, te hizo mujer.
Llevas dentro de tu ser una fuerza incontenible.
Sabes cómo luchar y ganar esas grandes batallas de vida.
Tienes la paciencia de esos bosques milenarios.
Sufres en silencio y no pierdes tu camino.
La calma te la da ese gran corazón.
Apuestas al cambio y continuas.
Tienes la astucia del felino.
Tu fe en el ser humano no cambia.
Por duro el camino no lo abandonas.
General de brigada que no sacrifica a sus hombres.
Vez la luz al final del camino, por más duro que sea.
Tienes un pacto con la paciencia pues no te vences.
Recoges los frutos del camino seguido, con honor.
No más que te digan, eres firme en tu actuar.
Tu estrategia sencilla es, ni un paso atrás.
Como labriego sencillo trabajas de día y noche.
No sabes de derrotas pues luchas hasta el final.
Tienes recursos perseverancia, honor y entrega.
Digna dama eres, luchadora incansable.
Defiendes tu castillo con celo.
Paciente en la batalla.
La luz del nuevo día te trae nuevas fuerzas.
Fuerte sin duda, ante la oscuridad que te rodea.
Poco a poca las tinieblas abandonaran tu camino.
La luz de un nuevo día te cubre en su esplendor.
Pequeña criatura digna y tenaz el Señor te ama.
El Creador nos da pruebas de vida que rendir.
Por prof. Luis Horacio Cerdas Mora