“En tus manos dejé mi amor…”
En tus manos entregué mi amor,
te di mi corazón y mi alma
para que le dieras calor y afecto
cuando llegué a tu balcón en
una noche de tristeza y de congoja,
lo recibiste… Y por un tiempo
los amaste y les prodigaste ternura.
Pero el tiempo implacable cambio
este amor por desamor al olvidarte cruelmente
de mis sentimientos, de mi sentir por buscar
otro rumbo, otro cariño y otros brazos,
ahora muero en cada suspiro que de mi alma
se escapa en lastimeros sollozos.
Nuestras manos, que antes nos pertenecían
cuando le entregabas tus besos y tus caricias,
quedaron vacías como la arena que en
entre mis dedos se va escurriendo
con cada latido de mi corazón.
Sin embargo al buscar todo lo vivido,
sólo encuentro este amor que por ti aún siento,
hasta mis manos me abandonaron a igual
que tú, ya ellas no quisieron permanecer
conmigo porque ya te pertenecían de la misma
manera que mi ser, dejándome ahora
huérfana y solitaria.
Ligia Rafaela
(Venezuela)