Con las pupilas yertas de mirar a todos lados;
la tristeza se convertía en la sombra efímera,
con la cual dialogaba en caballos alados
y le decía: me gustaría una sonrisa sincera
La ilusión crecía junto al lírico arco iris;
aunque siempre te veía difusa, porque no sabía
como eras al tener solo un rostro en tono gris,
causando zozobra por vivir esta fantasía
El tiempo en su vaivén fue transcurriendo
con este amor creciente, siempre esperando
se haga realidad esta petición en un reverendo
acto, donde mi felicidad se iba agazapando
No me importa como, cuando, quizás, donde
solo ansiaba la clarificación en palpitaciones
para sentir las emociones, cuando te cuide
en los ocasos de nuestras ensoñaciones
Como un trueno o un zarpazo, lo mismo sentí
cuando presentí tu hermosa presencia femenil
en la estancia donde ya te esperaba el frenesí,
ensartado en las nubes con tono azul añil
Lloré de alegría, bajo la dicha de un rostro
ya descubierto y por demás atesorado;
porque yo siempre te veía dentro de un astro
amor niño, adolescente y por demás amado
Nelson