Capítulo I: 
               Han pasado cuarenta y tres años de mi vida, y aunque no he descubierto lo esencial, han llegado a mi puerta todas las maldades. No creo en la buena suerte y tampoco soy una buena mujer. Hice maldad, he mentido, he cerrado la puerta a quien me entregó su sinceridad, he devuelto ramos de flores, he pedido perdón, he negado a mis padres solo para aparentar ,cree un mundo paralelo a mi realidad y soñé con unas grandes alas. Pero eso no es todo, me he negado como mujer, no me quise cuando debí hacerlo, me humille y me trate de tonta cuando no lo fui. Lastime mi cuerpo con garabatos y me olvide de vivir.
             Entonces como no llorar, soy humana, tengo sentimientos y quiero lo más simple que uno desearía pero me cuesta tanto y es eso que llaman amar.
  Oh, padre porqué somos novelas y no somos realidad!!
  Alguien me puede explicar; cuándo aparecen esas mariposas en el estómago….mis sensaciones no fueron electricidad solo un gran dolor. O acaso fue eso llamado dolor.
  No, la verdad fue creo que un sabor amargo de tanto estar besando a alguien sin saber porque lo hacía. Increíble faltan cuatro días para que Cupido salga con sus flechas de amor a hacer de la suyas y yo estoy aquí como viajera del tiempo regresando a mi pasado, recordando cada llamado 'gran amor'. Una y otra vez regreso como si fuera que puedo cambiar algo. Y la verdad que no puedo cambiar nada, mi presente sigue en el mismo estado caótico con la pregunta cuando llegara a mí, ese ser tan especial que será mi compañero por lo que resta de mi vida.    Gran pregunta y no lo puedo responder. Acaso soy una prisionera? O acaso Confucio llego a mi puerta solo para generar conflictos internos. No soy Platón ni Sócrates, ni filosofe como si fuera cuando solfeo para cantar apologize de OneRepublic.
               Soy yo una mujer con prejuicios y tabúes. He sonreído a quien no debí y extendí mi mano a quien no se merecía, deje marcas mientras afeitaba mis piernas y me compre un jeans de hombre para tapar mis curvas. Y no soy una mujer rebelde, no entiendo porque te catalogan.  No he ido a la guerra ni llegue a la profundidades máximas de un océano, tampoco fui a la luna, ni descubrí un continente. Pero si descubrí la cocina, me gusta crear nuevas delicias, me gusta crear nuevos pasos de bailes y escribir poesías.
                Mi vida no fue una mentira, fue una vida vivida con mi propia realidad, fue moldeada con las herramientas y aprendizajes que tuve a mi alcance. No tendré un castillo perfecto porque en ella no viven príncipes ni dragones pero es el lugar más seguro para que siga haciendo camino. He dudado en muchos momentos, me he derrotado pidiendo ayuda y he dado nuevas oportunidades. Entonces porque siguen fallando porque Señor cupido siguen huyendo. Si ,a ti te pregunto; acaso el problema era otro y por tanta humanidad huían?
No confundan esto no es un reclamo feminista, yo soy una mujer que despertó una mañana y se decidió reclamar algo. Faltan cuatro días para la batalla contra el hijo de Venus, o simplemente contra la Dopamina, Oxitocina y feniletilaminani que nos alteran y nos vuelve tontos. Pero no se preocupen cuando uno cree en el romanticismo, ni Confucio ni Romeo ni Julieta, ni el orgullo ni prejuicio, ni el jinete de bronce, ni siquiera a tres metros sobre el cielo podrán parar ese reclamo. La verdad uno llega a una edad y ya no se está para perder el tiempo, tampoco se puede llorar tanto y dejar que los dilemas rellenen los pensamientos de uno. Soy libre y a veces eso asusta pero más asusta cuando alguien quiere venir y utilizar el pronombre posesivo...mí... Y es allí donde se inicia como cuenta regresiva las preguntas de quien soy....Y de nuevo se viaja al pasado, te tildan de loca te mandan a terapia y no entienden quiero estar sola por un tiempo. Te disputan cuando ríes y no valoran la flor seca guardada entre las páginas de tu libro predilecto. Una carta, un olvido, un cara a cara para dar la explicación, un silencio, una disculpa y un adiós a veces es mejor a seguir sin saber que queremos o que podemos dar de nosotras.
A todo esto, Cupido sigue con su trabajo? No lo sé ,nunca lo vi, tampoco sé si existe, pero se que el hombre tiene tiempo para crear demasiadas historias …

Creo que el mundo ha cambiado o  realmente estamos ciego.

  ¡No!, la verdad es que el hombre usa mascaras y camufla el romanticismo.

 

 Autor: Maíe Fernández