Las conclusiones que sacamos de esa experiencia influyen
en nuestras creencias y comportamientos. Pero las actitudes
se pueden cambiar y mejorar. Todo el mundo se siente bien
cuando es elogiado por su actitud ante las circunstancias
cuando esta es positiva, optimista o implica la puesta en
marcha de habilidades sociales que ayudan a otros o a uno mismo.
Para llegar a esto es necesario analizarse a uno mismo
para saber qué cambios
es necesario hacer. En el fondo, cambiar de actitud significa buscar
un cambio en la perspectiva de la vida.
La actitud positiva conlleva sentimientos positivos
y energía para vivir y,
por lo tanto, te hace feliz. Sin embargo, las actitudes negativas
fomentan los sentimientos de tristeza.
La actitud se puede cambiar experimentando la belleza
de la vida y siguiendo algunos sencillos pasos.
1. Empieza bien el día
Madrugar y salir a dar un paseo es una excelente forma de empezar
bien el día. Si no tienes costumbre, es fácil que te
cueste un poco de esfuerzo, pero merece la pena.
2. Mira dentro de ti mismo
Autoanalizarse es la mejor manera de encontrar lo mejor de uno mismo
y de pensar en las cosas positivas que hay en el interior.
Es necesario, además, pensar por qué los
aspectos negativos afectan tanto,
intentando destacar todo lo positivo.
“¿Quién soy? Estoy tratando de averiguarlo.”
-Jorge Luis Borges-
3. Mañana será otro día
No todas las cosas pueden ser siempre como tú quieres,
pero eso no quiere decir
que las cosas sean siempre así. Por eso, cuando las cosas
no salgan como esperabas o surja algún contratiempo,
piensa que mañana será otro día que te brindará
una nueva oportunidad.
4. Recárgate
En la actitud influyen los factores externos, tanto
para lo bueno como para lo malo.
Por eso, es muy conveniente buscar formas de obtener
influencias positivas, escuchando charlas de motivación,
películas que hablen sobre superación y actitud positiva
y pasando tiempo con personas que muestren buena actitud.