Usted quiere ser respetado. Pero surgen los irrespetuosos. Te toman desprevenido ... Detén de aquellos a quienes más estima ... No los censures, sin embargo. Comprenda que todos tenemos pensamientos propios. Pueden tener razones desconocidas por usted. Piense en el otro como siendo su verdadero hermano. En el fondo, todo igual a ti. Desarrolla esta idea. Vuelva a usarla. Interiorizarlo. De esta forma, usted lo estará perdonando. Respetar la individualidad ajena es ser respetado.
- Lourival Lopes - Extraído de "Gotas de esperanza" -