Lejanías
No fue así siempre,
esta sensación de estar seca,
fría rama de árbol muerto,
caricia perdida entre las manos.
No, no fue así.
Fue tierno pétalo perfumado,
burbuja dulce en tu espalda,
brillo cegador en la mirada,
tibieza forrando la piel sedienta.
Solo ahora reconoce el oscuro silencio,
el murmullo de las viejas paredes
burlándose de su sombre lenta.
Solo ahora reclama un tiempo vivo,
un amor vivo,
luz para sus sombras,
calor para sus huesos frágiles.
No fue así,
Dolor caminante entre muecas y risas,
Vacio supurante entre mieles ajenas.
Con la envidia sana de recordar sus tiempos de abundancia.
Tiempos en los que vibraba bajo la sombras de tus pestañas,
de tu cuerpo.
Carmen Amaralis Vega Olivencia