Desayuno Conflictivo.
Amanecía y los primeros rayos del astro rey se presentaban, se escuchaba el silbido de gorriones y en la cabaña dos ratoncitas Juanita y Lupita jugaban alegremente, esperando el menor descuido de Mercedes la guardiana, para tomar su desayuno, había que decir que Mercedes era enemiga número uno de las pequeñas e indefensas Juanita y Lupita, y siempre estaba pendiente para darles cacería, no había manera de burlar a Mercedes que con escoba en mano cuidaba que no hagan su aparición las blancas ratoncitas, tanta era la concentración de la guardiana que no pudo darse cuenta que su sobrino Juanito, amante del queso, en un dos por tres se cargo a su aposento .Llego la hora del desayuno y Mercedes da la orden al cocinero Enrique para que sirva el café con tostadas rellenas de queso, un pedazo de jamón y la leche, Enrique obedece pero al ir a buscar el queso se sorprende que ya no había tal queso, comunicando la novedad a Mercedes ,quien no cree y le culpa directamente a él de haberse sustraído el queso, Enrique jura y rejura que no se había cogido ,mas Mercedes no acepta y da aviso a los dueños de casa para que sancionen a Enrique, mientras tanto Juanito se hacía el desentendido, pues había escondido bien en su apasosento,pero no contaba con la astucia de Juanita y Lupita ,que gracias a su olfato descubrieron que el queso se encontraba en el cuarto de Juanito y en veloz carrera llegaron a comer un verdadero banquete, los dueños de casa culpaban a Mercedes y Enrique que se acusan mutuamente, llegando a proferir palabras no publicables, Juanita y Lupita muy satisfechas con su banquete salieron a retozar en el campo dejando el litigio entre Mercedes y Enrique, que en un momento de iras los dueños de casa los despiden, al ver este episodio Juanito tiene un cargo de conciencia y declara que fue él quien se llevo el queso y lo tiene guardado en su aposento, todos se dirigen a buscar Oh! Sorpresa no hay el queso, y el misterio recrudece, y a Juanito se sancionan con tres latigazos, nadie se acuerda de juanita y Lupita que seguían dichosas en el juego, pero un vecino de la casa pudo observar la viveza de las ratoncitas y sin meditar acude a la casa e informa de lo acontecido. Mercedes llorando pide perdón a Enrique, los dueños de casa de igual manera, pero a Juanito le aumentan su sanción encerrándole en el cuarto. Se juntan Mercedes, Enrique, los dueños de casa, el vecino para dar cacería a las ratoncitas, que intuyendo que la situación se puso muy delicada, optan por retirarse a otra morada. Colorín colorado que este cuento se ha terminado.
LUIS GONZALO MACHADO SÀNCHEZ