Te tengo siempre en mi mente
y siempre escribo para ti,
unas veces del presente,
otras, de lo que ayer viví.
Esto que te escribo ahora,
son - no me lo tomes a mal -
recuerdos de quien te adora
y siempre te amara igual.
¿ Te acuerdas ?
Y todo comenzó aun siendo niños,
entre tímidas miradas, como un juego,
y aquel beso que me diste con cariño,
me quema aún los labios cómo el fuego.
Y mira si te he amado desde entonces,
Sin odio, sin mentira, sin rencores,
y aunque por quererte el alma me destroces,
mi musa eres, a quien canto mis amores.
Y así vivo y muero cada día un poco,
sin esperanza, sin cura a esta agonía,
mas en mi afán por no volverme loco,
me convenzo que algún día serás mia...
Por Marco Alcaraz