A TU CABELLO
Suaves líneas,
ascienden y resbalan,
por tu hombros.
Dulces contrastes en escarlata
coronando al cielo;
¡pétalos!
¡corolas de flor!
arriba, tan arriba de tu cuerpo.....
¡como el sol!
A TUS OJOS
Tu influencia silenciosa
agita las mareas,
influencia que lee,
murmura, y
sueña.
Dos cristales elevados;
profetas sin sentencias
que orientan y consuelan….
dos propuestas que se toman,
dos ventanas, una puerta.
A TU CUERPO
Tiempo, maestro,
que, sin mármol ni pluma,
pudo retratar a la luna.
Sólo tu darías nombre,
forma y movimiento
al aroma del pensamiento;
lograr de la noche y el día,
la perfecta simetría.
Israel Flores B