Artesanía fina
Soy artesana de mi propia dignidad,
con mis manos tallo mi sonrisa limpia,
moldeo mi conciencia,
y un toque de ternura ilumina la mirada.
Con mi pincel de plata decoro en flores los caminos
y con pies ligeros dejo huellas eternas.
Piso lentamente el destino hasta tu alma.
Con mis brazos tallados me invento las caricias,
arrullo la inocencia.
Con la imaginación ferviente
recorro las curvas de tu espalda,
olfateo ese olor salobre que te baña.
El contorno del cuerpo da sombra a la vida,
y de momento se levanta mi voz cantarina.
Canto al destino mientras te contemplo en la distancia,
perfecto,
deseable,
y te adoro como se adoran los capullos de las rosas,
como se adoran las olas del mar embravecido,
suplicando se levanten y me arrastren al altar,
sagrado altar del destino junto a ti.
Soy la artesana de mi propia vida.
Carmen Amaralis Vega Olivencia