Con mis pisadas yo fui marcando
cientos de playas ya recorridas,
y él mientras tanto,siguió borrando
ola tras ola, todo en mi vida.
Pero aún sigo aquí, plantado y firme.
Enfrentado al mar y a los sentimientos;
mirando sólo como él persigue,
ola tras ola, y en vano intento,
atarme, anclarme y quizás, hundirme.
Hoy, como árbol mustio y ya deshojado,
siento que el viento del duro invierno
me fue arrancando, empecinado,
al tiempo que las hojas, todos mis sueños.
Mas no me rindo, y alzo mi puño desafiante.
Cual Alfonsina, sigo adelante;
y ni siquiera tú, Mar, aunque seas vida,
podrás quitarme
lo que en el alma logré llevarme:
vida por amor vivida,
vida que en amor... fue grande.
MI ROSA