A veces la vida es dura.
La vida a veces se impone y nos aleja,
de obtener todo lo que una vez soñamos
nos da otra opción, como una vía paralela,
y antes de que se cumplan, despertamos.
Si el trueno desatara al fin tu recuerdo,
hurtando impulsos a mis ansiedades,
te dijera, no salgas de casa hoy está lloviendo,
si sales el día será de lágrimas y soledades.
Y si te quedas en casa quizás por fin tú leas
los versos que por ti he dejado escritos,
si no huyen, humo azul, por chimeneas,
o arrastra el viento, pétalos marchitos.
Si abres mis libros, y al leer no rastreas
el alma que te amo, que aún te habla a gritos,
si no ves la tuya, que trazó mi mano,
todo cuanto escribí, lo escribí en vano.
Porque sin tu saberlo caminas a mi ritmo
por calles sin pasión, que no alcanzaron,
a tener ningún sentido, ningún realismo,
y que solo en un frío barranco te lanzaron.
Jesús Quintana Aguilarte